No solo importan las batallas masivas épicas, sino que tus habilidades diplomáticas también juegan un papel clave en tu éxito o fracaso durante la campaña. En esta guía de políticas de Total War ROME 2 explicamos todas las acciones políticas, te presentamos los distintos sistemas de gobierno y te damos consejos útiles para aumentar tu influencia y poder. Además, cubrimos errores comunes y cómo evitarlos.
1. Conceptos básicos del sistema político
La política funciona como una guerra silenciosa tras bambalinas. No se combate con espadas y flechas, sino con lealtad, equilibrio de poder e influencia. Hay más política en Total War ROME 2 de lo que podrías pensar al principio. Cada facción tiene su propio sistema político, compuesto por varias familias o partidos.
Al comienzo de la campaña eliges una de estas familias como partido gobernante. Las otras facciones actúan como oposición. Todos los grupos compiten por poder, influencia y lealtad, comportándose como rivales históricos reales en la antigüedad.

El núcleo del sistema es cómo se comparte el poder dentro de tu facción. Cada partido tiene un valor de influencia que indica su fuerza política. Para aumentar esa fuerza debes trabajar la prestigio, popularidad y reputación de personajes individuales. Generales o estadistas especialmente exitosos con alta gravitas pueden cambiar rápidamente el equilibrio de poder.
Un equilibrio estable es esencial para el éxito en Total War ROME 2. Un exceso de influencia en un lado (¡incluso el tuyo!) puede ser peligroso. Si un partido de la oposición se vuelve demasiado dominante o pierde demasiada lealtad, podría separarse e incitar a la rebelión o incluso a una guerra civil.
La mayoría de las decisiones políticas se toman desde la vista de facción. Allí puedes ver a todos los personajes clave, su lealtad, ambición y afiliación partidista. Desde esa pantalla puedes iniciar acciones políticas, como ascensos, sobornos o misiones diplomáticas.
2. Gravitas, ambición e influencia
Para comprender el sistema político en Total War ROME 2 necesitas conocer tres términos clave: gravitas, ambición e influencia. Estos valores determinan quién decide en tu facción y quién solo observa.
Gravitas se refiere a la reputación de una persona. Puedes pensar en ello como una combinación de fama, respeto y confianza pública. Un general que gana muchas batallas naturalmente acumula gravitas. De igual modo, los políticos pueden construir prestigio mediante liderazgo, oratoria o éxito diplomático. La gravitas de cada personaje aumenta la influencia de su partido; cuanto más prominentes sean sus figuras, más poderoso es el partido.

El segundo factor es la ambición. Un personaje ambicioso aspira al poder y aumenta el efecto de su gravitas sobre el partido. Esto puede ser una bendición o una maldición: estas figuras ayudan a tu facción a ganar influencia, pero también pueden convertirse en rivales peligrosos si no forman parte del partido gobernante. Un general ambicioso y carismático de la oposición a menudo provoca una rebelión.
La influencia de un partido en Total War ROME 2 está determinada por la suma de los valores de gravitas de todos sus personajes. En la vista de facción, la influencia se muestra como porcentaje, indicando el respaldo político. Un partido con alta influencia tiene numerosos seguidores, incluidos senadores, nobles y ancianos tribales.
Para gestionar activamente el equilibrio de poder puedes promover individuos, concertar matrimonios, ofrecer sobornos o incluso realizar asesinatos. Como se dijo antes, tu objetivo es mantener el equilibrio: necesitas suficiente influencia para gobernar, pero nunca tanta que todos los demás se unan contra ti.
3. Guía de políticas de Total War ROME 2 Lealtad y estabilidad
Si gravitas e influencia constituyen el núcleo de tu poder político en Total War ROME 2, la lealtad es la sangre que lo alimenta. Sin ella, tu imperio empezará a desmoronarse. No importa cuántas legiones mandes ni cuán vasto sea tu imperio: sin lealtad no puedes tener éxito.
Cada partido dentro de tu facción tiene su propio valor de lealtad. Este indica cuán satisfechos están con tu liderazgo. Una alta lealtad asegura paz y estabilidad, lo que significa que el partido apoya tus decisiones y mantiene el orden en las provincias que controla. Sin embargo, si la lealtad cae demasiado, puede surgir la desconfianza, llevando a intriga y traición. Ignorar estas señales puede resultar en secesión, cuando un partido se separa para formar su propia facción hostil. El resultado podría ser una guerra civil o una separación completa.

Diversos factores influyen en la lealtad en Total War ROME 2. Acciones políticas como sobornos, ascensos o purgas pueden tener un impacto directo positivo o negativo. Los éxitos o fracasos militares de los generales de un partido también pueden alterar la lealtad. Especialmente en imperios grandes con un alto nivel imperial, la satisfacción partidaria disminuye más rápido, ya que mantener el poder se vuelve más complicado.
Como gobernante sabio debes elegir el momento adecuado para decidir si la lealtad debe comprarse, recompensarse o gestionarse con astucia. A veces es mejor apaciguar a un líder de la oposición con un ascenso o un banquete en lugar de eliminarlo. En otras situaciones, provocar deliberadamente a los descontentos puede ser beneficioso: esto los fuerza a rebelarse, permitiéndote aplastarlos después.
Piensa en el valor de lealtad como un indicador de tu estabilidad interna. Cuando está equilibrado, predomina la calma en tu imperio. Si se inclina en la dirección equivocada, se desatará una tormenta en el Senado.
4. Personajes y sus roles
La política nunca ocurre en el vacío. Depende de las personas implicadas y se moldea por sus interacciones. Tu facción tiene decenas de personajes clave, cada uno aportando influencia, gravitas y lealtad.
Los más conocidos son tus generales y almirantes. Lideran tus ejércitos y obtienen gravitas por las victorias militares. Cada triunfo en el campo de batalla no solo incrementa su reputación personal, sino también el poder político de su partido. Sin embargo, ten precaución: un general victorioso de un partido opositor puede convertirse rápidamente en una amenaza. Demasiada fama puede llevar a que él y sus seguidores piensen que pueden derrocarte.

Además de generales y almirantes, hay políticos en Total War ROME 2. Son los estrategas silenciosos que trabajan tras bastidores. No aparecen en el mapa de campaña, sino que permanecen en tu capital ocupando cargos políticos. Su gravitas suma a la influencia de su partido tanto como la de un general. La diferencia es que ganan poder por política y administración en lugar de por la guerra.
Puedes nombrar a un político para un mando en cualquier momento para que sirva como general. A la inversa, es posible retirar a un general para que actúe como estadista. Estos cambios son gratuitos y te ofrecen una herramienta valiosa para gestionar el equilibrio político.
Algunos personajes en Total War ROME 2 también tienen rasgos especiales o niveles de ambición que aumentan su influencia política. Los hombres ambiciosos buscan ascenso, honor o mantenerse ocupados. Ignorarlos puede convertir su lealtad en un riesgo. Por eso, controla la vanidad y utiliza los talentos de tu gente antes de que se vuelvan en tu contra.
5. Sistemas de gobierno y reformas
No todos los poderes son iguales en Total War ROME 2. Esto se refleja especialmente en la forma de gobierno de tu facción. Cada cultura comienza con un tipo específico de gobierno que determina cómo funciona tu imperio, qué bonificaciones obtienes y qué acciones políticas están disponibles. Pero nada es permanente: con el tiempo puedes reformar tu gobierno, lo que trae oportunidades y riesgos.

A continuación se presentan los cuatro tipos básicos de gobierno.
- República
- El poder se distribuye entre partidos y la lealtad importa más que el control absoluto. La república encaja con facciones que tienen múltiples familias, como Roma o Cartago.
- Reino
- Un monarca o basileus gobierna todo y la lealtad depende en gran medida de la personalidad del gobernante.
- Confederación
- Múltiples tribus o ciudades gobiernan juntas, lo que crea diversidad pero puede llevar a conflictos entre facciones.
- Imperio
- El nivel más alto de gobierno. Es poderoso, centralizado y con muchas bonificaciones. Sin embargo, cuanto más grande sea tu imperio, más difícil será mantener la lealtad entre todos los partidos.
El sistema de gobierno en Total War ROME 2 te permite cambiar entre diferentes formas. Esto ofrece beneficios útiles, como ingresos fiscales aumentados, ejércitos más fuertes o provincias más estables. Sin embargo, el cambio reduce temporalmente la estabilidad. A la gente le preocupa el cambio y la lealtad de los partidos puede disminuir.
No todas las culturas pueden adoptar cualquier forma de gobierno. Como en la historia, las tradiciones influyen. Por ejemplo, una ciudad helenística puede tender hacia la democracia, pero un reino oriental difícilmente se convertirá en república. No apresures las reformas; valora con cuidado los cambios o provocarás la ira de tus súbditos.
6. El nivel del imperio
A medida que conquistas nuevas provincias y expandes tu imperio en Total War ROME 2, el Nivel del Imperio aumenta. Pero es más que una barra de progreso: refleja cuán grande e influyente es tu facción en comparación con las demás. Cuanto más poder tengas, mayores serán tus responsabilidades y, en última instancia, mayor el potencial de inestabilidad.
A medida que el valor de tu imperio crece, puedes reclutar más ejércitos, enviar más agentes y, en general, tener mayor libertad de acción. En teoría esto suena bien, pero el coste es alto. Cada vez que subes de nivel, tu esfera de influencia crece y también desciende la confianza entre tu propia gente.

Un imperio poderoso implica que obtienes más control. No todos los partidos o familias agradecen esto. Los grupos de oposición suelen verte como un tirano. Su lealtad disminuye y el riesgo de conflictos internos crece. Especialmente en las fases finales de la campaña en Total War ROME 2, una expansión rápida puede ser más peligrosa que cualquier ejército enemigo. Es mejor dejar que tu imperio crezca de forma lenta y cuidadosa.
Afecta al orden público, a tus relaciones diplomáticas y a los costes de las acciones políticas. Sobornos y purgas se vuelven más caros en un imperio grande, y las reformas más arriesgadas. Al mismo tiempo, aparecen rasgos de facción y bonificaciones adicionales, como reclutamiento mejorado y efectos económicos mayores.
El Nivel del Imperio refleja tanto tu éxito como tu vulnerabilidad. Te exige equilibrar expansión y estabilidad para evitar guerras civiles. Pero tampoco seas demasiado cauteloso: si tu imperio crece muy despacio perderás la carrera por la dominación. Es prudente mantener tropas de reserva listas para ganar guerras civiles cuando sea necesario.
7. Vista general de la facción en detalle
Todo coincide en la vista de facción, donde puedes ver influencia, lealtad, gravitas y personajes. Revisa el menú con frecuencia para mantenerte al tanto de las fuerzas invisibles tras bastidores.
Puedes acceder a la vista de facción en Total War ROME 2 haciendo clic en el icono circular de tu facción en el centro de la interfaz. Esto abre un menú que muestra toda la información clave sobre tu política interna. De un vistazo puedes ver la influencia de cada partido como porcentaje. Esto indica el equilibrio de poder actual y si un partido se está volviendo demasiado fuerte o débil.

Justo debajo encontrarás una lista de tus personajes clave: generales, almirantes y estadistas. Sus valores de gravitas, lealtad y ambición se muestran de inmediato. Si haces clic en el retrato de un personaje, se abre una ventana de detalles con sus características y las posibles acciones políticas. Este menú se usa para asegurar ascensos, realizar sobornos o incluso iniciar intrigas.
La importancia de tu sistema de gobierno actual en Total War ROME 2 no puede subestimarse. Aquí puedes ver qué bonificaciones proporciona y si una reforma es posible. Convenientemente, también muestra los beneficios del nuevo sistema de gobierno y cuánta inestabilidad puede causar la reforma. Esto te ayuda a evaluar mejor el cambio.
La vista de facción en Total War ROME 2 es tu panel de control político. No solo te muestra el estado de tu gobierno, sino que te permite intervenir directamente. Consultándola regularmente puedes detectar peligros pronto y desactivarlos con un solo clic antes de que causen problemas.
8. Acciones políticas de un vistazo
La política no es solo un número en un menú. Depende de tus decisiones. Realiza acciones políticas desde la vista de facción en Total War ROME 2 para influir en el equilibrio de poder, aumentar la lealtad o neutralizar rivales. Casi cada movimiento conlleva un coste, ya sea en oro, apoyo político o ambos.
Acciones internas
Mediante ascensos elevas a un personaje a un cargo superior dentro del llamado Cursus Honorum (más adelante se explica). Los personajes ascendidos ganan mayor gravitas, lo que a su vez impulsa a su partido. Sin embargo, promover a personajes de la oposición también puede ser útil si ayuda a calmar tensiones.
Malversar fondos es un método arriesgado pero tentador para conseguir oro rápido en Total War ROME 2. Si procedes, un miembro de tu partido gobernante robará del tesoro estatal. Pero si fracasa, la lealtad de los demás partidos disminuirá considerablemente.
Enviar administradores implica despachar a un estadista a una provincia para mejorar el orden y la satisfacción. Usar a un miembro de la oposición para esto puede aumentar su lealtad. Al contrario, seleccionar a alguien del partido gobernante podría, en el peor de los casos, fomentar la desconfianza. Organizar un banquete sirve como gesto generoso que puede mejorar la alimentación en una provincia.
Aquí también, un banquete en nombre de la oposición refuerza la lealtad, mientras que el alarde propio despierta sospechas.
Juegos de poder e intrigas
Mediante sobornos o adopciones intentas ganar a un personaje de otro partido para tu lado. El soborno requiere dinero y respaldo político, mientras que la adopción suele limitarse a monarquías. Ambos métodos influyen en la autoridad y pueden desplazar significativamente el equilibrio de poder.
La forma más efectiva de garantizar la lealtad en Total War ROME 2 es ofreciendo dinero a un partido descontento. Cuanto más poderoso sea el partido, mayor será el coste para apaciguarlo. Esta herramienta te ayuda a prevenir rebeliones antes de que empiecen.
Un enfoque más brutal es la purgación. Esto implica eliminar o desterrar a miembros del partido contrario. Aunque debilita la influencia de ese partido, también reduce la lealtad general: ahora se te ve como un dictador.
Si quieres crear un conflicto, puedes provocar uno. Por ejemplo, puedes incitar deliberadamente a una oposición débil a rebelarse. La acción cuesta oro, pero una guerra civil provocada puede ayudarte a eliminar partidos desleales de una vez por todas.
Acciones diplomáticas
La última jugada política es enviar un diplomático. Un estadista enviado a una nación extranjera puede encargarse de las negociaciones allí. Según su éxito, puede traer de vuelta oro, recompensas o relaciones mejoradas. Si fracasa, pagará con su vida.
9. Cursus Honorum – Escalera de carrera para la élite
Como se anunció antes, el Cursus Honorum también es importante. Es una progresión de cargos y títulos por la que avanzan los personajes ambiciosos. En el mundo romano fue la ruta del joven político al cónsul. En el juego sirve para asegurar lealtad, aumentar gravitas y apaciguar rivales potenciales.
Cada estadista o general puede alcanzar distintos rangos durante su carrera. Una vez que un personaje cumple la edad y requisitos, puedes promoverlo. Con cada ascenso, su gravitas aumenta y lo hace también la influencia de su partido. Además, el personaje gana rasgos especiales que ofrecen beneficios militares o civiles, como mayor orden público, ejércitos más fuertes o ingresos extra.

Pero cada ascenso en Total War ROME 2 tiene un coste. Junto con mayores gastos financieros, pierdes parte del respaldo político, los llamados patricios. Demasiados ascensos a la vez pueden dañar tu reputación, incluso si aumentan tus seguidores.
Con el Cursus Honorum mantienes el control. Si un oponente ambicioso se vuelve demasiado peligroso, un ascenso puede apaciguarlo temporalmente. Un alto cargo le hace sentir reconocido y lo ata más a tu régimen. Por el contrario, si ignoras sus ambiciones aumenta el riesgo de que se incorpore a la oposición.
10. Errores comunes y cómo evitarlos
La política en Total War ROME 2 es, en cierto sentido, un juego dentro del juego. Y en él, la negligencia se castiga. Muchas campañas fracasan no por ejércitos enemigos, sino por malas decisiones dentro del propio senado. Aquí tienes los cuatro escollos más comunes y cómo evitarlos.
Inacción e indiferencia
El mayor error es ignorar la política. Si te concentras solo en conquistas, la lealtad y la influencia pueden subir o bajar sin que lo notes. Un partido puede volverse demasiado poderoso o demasiado descontento sin que te des cuenta. Haz hábito de revisar la vista de facción tras cada victoria y derrota y planifica tu estrategia política.
Concentración excesiva del poder
Puede ser tentador llenar todos los cargos con miembros de tu propio partido. Pero demasiada influencia te convierte en objetivo. Los demás partidos se sienten ignorados y empiezan a conspirar. Por eso, siempre mantén un equilibrio de poder. Ocasionalmente haz pequeñas concesiones a la oposición para mantenerla tranquila.
Ascensos mal meditados
Los ascensos aumentan la gravitas y la ambición. Un general fuerte y ambicioso puede volverse peligroso, sobre todo si no pertenece a tu partido. Por tanto, promociona con prudencia y valora si estás cómodo con el aumento de gravitas.
Falta de plan para crisis
Secesiones y guerras civiles son inevitables si juegas durante mucho tiempo. Si no estás preparado perderás grandes partes de tu imperio. Mantén tropas de reserva en espera. Es recomendable provocar levantamientos tú mismo si sabes que puedes sofocarlos.
11. Gobierna tu imperio
Esta guía te ofrece la información necesaria más allá de las batallas para gestionar con éxito tu campaña. La política en Total War ROME 2 requiere atención constante: controla la influencia, la lealtad y la ambición de tus personajes, usa los ascensos y las acciones diplomáticas con criterio, y equilibra la expansión con la estabilidad.
- Mantén el equilibrio entre partidos para evitar alianzas contra ti.
- Usa ascensos y cargos para canalizar ambiciones y ganar lealtad.
- No subestimes el impacto del nivel del imperio en la estabilidad interna.
- Planifica contingencias y reserva fuerzas para conflictos internos.
Conclusión
En resumen, la política en Total War ROME 2 es tan importante como las batallas. Debes gestionar la gravitas, la ambición y la influencia de tus personajes, cuidar la lealtad de los partidos y elegir el momento adecuado para reformas o ascensos. Vigila la vista de facción regularmente, evita concentraciones extremas de poder y prepara planes para crisis internas. Con un equilibrio cuidadoso entre expansión y estabilidad, podrás consolidar tu imperio y reducir el riesgo de guerras civiles.
Gracias por leer!