Valve ha aclarado que su próxima Steam Machine, prevista para principios de 2026, no seguirá el modelo de precio subvencionado típico de muchas consolas, sino el del mercado de PC. La compañía apunta a una experiencia de salón con alma de ordenador completo, abierta a mods y sin ataduras a una sola tienda, lo que coloca al dispositivo más cerca de un mini PC premium que de una consola de bajo coste.
Valve fija expectativas: precio de PC, no de consola
Según PC Gamer, el ingeniero de Valve Pierre-Loup Griffais explicó que los compradores deben esperar un precio similar al de un PC compacto con el mismo nivel de rendimiento. La intención de Valve es clara: mantener el sistema abierto, fácil de modificar y sin restricciones de storefront, una filosofía que se alinea con lo que la compañía ha impulsado en los últimos años en PC.
Analistas ven una horquilla de 700 a 1.000 dólares
Las estimaciones del sector apuntan a un precio de salida en torno a los 700 dólares, con configuraciones superiores que podrían acercarse a los 1.000. De acuerdo con GamesRadar, Valve quiere ser competitiva dentro del ecosistema de PC, lo que implica ajustar el precio a su hardware objetivo: CPU basada en Zen 4, gráficos RDNA 3 y almacenamiento NVMe rápido. Un análisis de Ars Technica refuerza esa horquilla y apunta a que la ingeniería de formato compacto y los requisitos de refrigeración avanzada elevan los costes de fabricación, empujando al dispositivo a la franja media-alta.
Las comparativas de componentes apuntalan las previsiones
Especialistas en hardware han comparado las especificaciones reportadas de la Steam Machine con montajes a medida y los números encajan. Un desglose de VGC calcula que un PC DIY equivalente ya ronda los 700 dólares antes de sumar el chasis compacto y la integración a medida. En Europa, medios como ComputerBase estiman un precio entre 700 y 800 euros para el modelo base. En conjunto, las comparativas sitúan al equipo en la misma liga que los mini PCs de alto rendimiento, lejos del segmento de consolas con precio agresivo.
A quién va dirigida esta máquina
Un precio así sugiere que Valve apunta a jugadores con experiencia que quieren libertad de PC en una caja de tamaño consola. Como subraya Tom’s Guide, el dispositivo cubre un hueco muy concreto: usuarios que desean hardware local con soporte de mods, múltiples opciones de storefront y posibilidad de sistemas operativos personalizados, pero sin las complicaciones de montar o mantener un sobremesa. Quienes priorizan el ecosistema de consola pueden ver el precio como elevado, mientras que para el público de PC puede ser una alternativa compacta a un rig SFF montado por piezas.
Qué esperar a partir de ahora
Valve comunicará el precio final conforme se acerque el lanzamiento. Con las estimaciones actuales, la Steam Machine se perfila como una experiencia de PC de gama alta empaquetada para el salón. Para quienes valoran la apertura y la flexibilidad a largo plazo, el coste previsto encaja con lo que ofrece el equipo. Para quienes buscan un reemplazo de consola económico, probablemente resulte demasiado caro. En cualquier caso, todo apunta a uno de los sistemas de juego de formato compacto más capaces que llegarán en 2026.
Más allá de las cifras, el movimiento encaja en la trayectoria reciente de Valve. La compañía ya intentó algo parecido con las Steam Machines de mediados de la década pasada, que no terminaron de cuajar por precio y fragmentación. El contexto actual es distinto: el ecosistema de juegos en Linux ha madurado gracias a tecnologías como Proton y la experiencia con dispositivos como Steam Deck, lo que podría darle a esta nueva Steam Machine una recepción más favorable. Si Valve acierta con el equilibrio entre rendimiento, ruido, eficiencia térmica y soporte de software, el mercado de SFF gaming podría ganar un nuevo referente justo en la frontera entre PC entusiasta y entretenimiento de salón.