Gamescom 2025 arranca con un golpe sobre la mesa: Lords of the Fallen 2 es oficial y llegará en 2026. CI Games y Hexworks han presentado la secuela durante el ciclo de la feria con un tráiler que deja claras sus intenciones: más velocidad, más agresividad y un énfasis renovado en presionar al enemigo. La historia se sitúa aproximadamente un siglo después del reinicio de 2023 y mantiene la clave de los dos reinos, con una capa Umbral más grande, ventanas de recuperación más rápidas y jefes diseñados para castigar la indecisión. El tráiler público ya puede verse en YouTube, y las primeras impresiones ponen el foco en un PvP opcional, cooperativo online con progreso compartido de campaña y builds más amplias entre cuerpo a cuerpo, hechicería y configuraciones híbridas.
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Qué cambia y qué se mantiene
Estas son las claves que ha detallado el estudio para el salto de entrega.
- Ritmo de combate: animaciones y cancels más vivos, con una apuesta por el juego de presión y reglas de stagger más limpias.
- Doble reino en la exploración: regresa la lámpara Umbral; el intercambio entre reinos crece con rutas diseñadas a medida, trampas y amenazas exclusivas de cada plano.
- Estructura de co‑op: el cooperativo online conserva el progreso de campaña para ambos jugadores; el PvP opcional introduce fricción cuando se busca, sin entorpecer el PvE.
- Sistemas que vuelven: reparto de atributos más amplio, rutas de infusión de armas y un grimorio más profundo para apoyar las builds híbridas.
- Plataformas: lanzamiento previsto en PS5, Xbox Series X|S y PC, con la comunicación inicial en PC centrada en Epic.
Por qué deberían fijarse los veteranos
El primer juego encontró su sitio tras el lanzamiento gracias a una actualización 2.0 de gran calado que arregló el netcode, el equilibrio y el flujo del cooperativo. Hexworks asegura que todo ese aprendizaje es la base de esta secuela. Con recuperaciones más veloces y enemigos que exigen iniciativa, el techo de habilidad sube; y la capa Umbral —ya el gran hallazgo de la entrega previa— gana peso con encuentros más deliberados. Si el equipo logra consistencia en las reacciones al impacto y en los scripts de los jefes, podría ser el soulslike peleón que por fin juegue a favor de su mundo, y no contra su motor.
Una secuela con identidad: dos reinos, una progresión
La propuesta de dos planos que se solapan fue el rasgo más distintivo del reinicio, y aquí se refuerza con más rutas alternativas, atajos y peligros que solo existen al otro lado. La recompensa es clara: más opciones tácticas y más riesgo. La decisión de conservar el progreso de campaña en el co‑op para ambos jugadores es, además, un guiño directo a la comunidad: se elimina el sentimiento de “modo anfitrión” y se fomenta superar la historia en compañía sin penalizaciones. El PvP con opt‑in, por su parte, reduce invasiones no deseadas y deja que cada uno marque su nivel de tensión competitiva.
Construcción de builds y ambición de diseño
Hexworks habla de un “buildcraft” más ancho y profundo. Traducido: más margen para repartir atributos, más caminos de infusión para las armas, y un arsenal de hechizos ampliado que empuje a experimentar con híbridos sin renunciar a la contundencia del cuerpo a cuerpo. La promesa de animaciones más reactivas y cancels más holgados sugiere un combate donde el timing, la presión sostenida y el control del stagger sean la diferencia entre abrir una ventana de castigo o quedar vendido ante un jefe que no perdona.
Mirando a 2026, el hecho de que Lords of the Fallen 2 llegue solo a consolas actuales y PC permite esperar un foco claro en estabilidad, tiempos de carga reducidos y un multijugador más fiable desde el primer día, una lección aprendida del 2.0 del original. Con el tráiler marcando un tono más feroz y el diseño de dos reinos ganando en ambición, la secuela quiere consolidar una identidad propia en un género saturado. La pelota está ahora en el tejado de Hexworks: si cuajan las reacciones al golpe y los jefes mantienen la presión sin trampas, puede convertirse en el soulslike que haga justicia a su imaginario oscuro y a su mecánica estrella.
