The Game Awards 2025 cambió el foco habitual de los tráileres sorpresa para convertir a sus ganadores en la noticia. Clair Obscur: Expedition 33 no solo se llevó el GOTY, también arrasó en las categorías clave y se erigió como el gran referente creativo del año. El palmarés, además, deja clara la dirección del sector: historias potentes, dirección artística con personalidad y soporte continuo tras el lanzamiento.
Clair Obscur: Expedition 33 marca un nuevo listón
El gran titular de la noche fue el dominio absoluto de Clair Obscur: Expedition 33. El juego se alzó con Game of the Year y Best Game Direction, y completó un pleno histórico con Best Narrative, Best RPG, Best Art Direction, Best Score and Music, Best Independent Game, Best Debut Indie Game y Best Performance para Jennifer English. Una barrida de este calibre apenas tiene precedentes, sobre todo al abarcar tanto categorías técnicas como creativas y, además, las de escena independiente.
La cobertura de IGN lo describió como el auténtico eje del evento, un reflejo de cómo su propuesta conectó tanto con el jurado como con el público. Más allá de acumular premios, su éxito envía un mensaje claro: los proyectos con visión autoral pueden imponerse incluso en un calendario saturado de grandes producciones.
Ganadores destacados por género
El resto del palmarés mostró amplitud de miras y variedad de estilos. Hades II se llevó Best Action Game, ratificando a Supergiant Games como maestros del combate fino y el diseño que engancha partida a partida. Hollow Knight: Silksong ganó Best Action Adventure Game y cumplió con nota el altísimo listón de expectativas que llevaba años a sus espaldas.
En estrategia, FINAL FANTASY TACTICS: The Ivalice Chronicles se impuso en Best Sim and Strategy Game, devolviendo el foco a la táctica clásica con una producción ambiciosa. La vertiente multijugador tuvo su momento con Arc Raiders, que se quedó con Best Multiplayer gracias a un enfoque cooperativo que brilla en equipo.
Anticipación y juegos en curso
El hype también tuvo premio. Grand Theft Auto VI fue reconocido como Most Anticipated Game, confirmando que Rockstar mantiene la conversación encendida incluso con información medida al milímetro. En el terreno del soporte continuo, No Man’s Sky se alzó con Best Ongoing Game, ejemplo de cómo una hoja de ruta consistente puede redefinir por completo el legado de un juego. Por su parte, Baldur’s Gate 3 ganó Best Community Support, un recordatorio de la importancia de escuchar a la comunidad y cuidar el postlanzamiento.
Familia, deportes, VR y esports
Las categorías familiares y de velocidad tuvieron claro sabor Nintendo. Donkey Kong Bananza se llevó Best Family Game, mientras Mario Kart World ganó Best Sports and Racing Game con su fórmula de precisión arcade y fiesta en pantalla dividida. En realidad virtual, The Midnight Walk obtuvo Best VR and AR Game gracias a una inmersión cuidada que saca partido del medio.
El capítulo competitivo estuvo dominado por Counter-Strike 2, que ganó Best Esports Game y apuntaló su estatus como estándar del FPS profesional. Chovy fue nombrado Best Esports Athlete y Team Vitality se llevó Best Esports Team por su rendimiento en Counter-Strike 2, redondeando un año de alto nivel para la organización europea.
Lo que revelan los resultados
El cuadro de ganadores dibuja tendencias claras: las experiencias centradas en la narrativa, una dirección artística reconocible y la apuesta por actualizaciones a largo plazo siguen resonando con fuerza. El triunfo de Clair Obscur: Expedition 33 demuestra que un independiente con ambición puede competir de tú a tú con superproducciones, mientras que reconocimientos a No Man’s Sky y Baldur’s Gate 3 confirman que el soporte sostenido y la comunicación transparente pesan cada vez más en la percepción del público.
Como subraya el repaso de GameSpot, la ceremonia no solo celebró a los mejores del año, también puso de relieve unas expectativas en evolución: jugadores más exigentes con el seguimiento postlanzamiento y más receptivos a propuestas autorales que arriesgan en narrativa y estética. Si 2025 se recordará por el año en que un solo juego definió la conversación, el reto para 2026 pasa por consolidar esa mezcla de creatividad, pulido y visión a largo plazo que hoy marca el rumbo del videojuego.
