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Misteriosa estatua en Mojave previo a The Game Awards

Publicado el 04/12/2025 por

Una estatua misteriosa en pleno desierto de Mojave ha incendiado las teorías antes de The Game Awards 2025. Un post críptico de Geoff Keighley en X con la frase “regal inspiring thickness” llevó a una coordenada de What3Words cerca de Joshua Tree, donde fans hallaron un monumento tallado con criaturas demoníacas y un círculo a modo de portal iluminado en rojo. Las hipótesis se dispararon al instante, pero insiders ya han desmentido conexiones con dos favoritos obvios: Diablo IV y God of War.

Una estatua, unas coordenadas y un hallazgo de carne y hueso

El detonante fue una imagen publicada por Keighley en X acompañada por esa frase enigmática. Usuarios la compararon con la cuadrícula de What3Words y, tras seguir la pista hasta las inmediaciones de Joshua Tree, se toparon con una instalación real: una escultura pétrea repleta de figuras infernales, bestias y un anillo central que emite un resplandor rojo. Kotaku documentó las primeras fotografías in situ y confirmó que no hay retoque ni inserción digital. En paralelo, Search Engine Journal subrayó la velocidad con la que la comunidad se organizó para verificar la ubicación y analizar el conjunto.

El hallazgo se propagó como la pólvora y convirtió lo que pudo haber sido un simple teaser en un desplazamiento real de curiosos, con un goteo de imágenes en alta resolución que alimentaron aún más el misterio.

Teorías en ebullición: del infierno al nordeste de Tamriel

Apenas aparecieron las primeras fotos, las redes, subreddits y foros de gaming se poblaron de conjeturas. La iconografía demoníaca apuntaba de forma natural a Diablo IV, aunque no tardaron en surgir parecidos razonables con un hipotético entorno de The Elder Scrolls VI o incluso con un nuevo escenario para God of War. Los más soñadores desempolvaron el eterno comodín: Half-Life 3. GamesRadar recogió cómo el péndulo de la comunidad saltaba de una teoría a otra a medida que circulaban los primeros planos, mientras que NME describió el conjunto como una especie de portal demoníaco en el desierto y señaló que ya hay centenares de comparativas y breakdowns en vídeo.

La composición del monumento da pie a lecturas para todos los gustos: el aro rojo recuerda a un portal o a un obelisco ritual, la fauna grotesca se presta a interpretaciones relacionadas con infiernos o reinos antiguos y el acabado artesanal sugiere un encargo de alto presupuesto más que una intervención improvisada.

Insiders y creativos frenan las apuestas más populares

Las quinielas más sonadas han recibido jarros de agua fría por parte de voces con peso. Jason Schreier intervino en ResetEra para afirmar que no tenía información que vinculara la estatua con Diablo IV, algo sobre lo que Push Square también informó, añadiendo que varios insiders coincidían en esa línea. Por su parte, Cory Barlog salió al paso para negar cualquier relación con God of War. Dos descartes contundentes que reducen el campo, aunque ni Schreier ni Barlog ofrecieron pistas alternativas, así que el rompecabezas sigue abierto.

The Game Awards y el nuevo manual del hype

Lejos de un teaser convencional, el equipo detrás de The Game Awards ha virado hacia una experiencia híbrida que mezcla instalación física y pistas virales. La jugada ha salido redonda en términos de conversación y cobertura: más allá de un tráiler colgado a deshora, esto ha sido una gymkana global con desplazamientos, directos y comunidades trabajando en tiempo real. Mandatory trazó cómo el fenómeno se expandió por redes, medios y canales de vídeo, elevando el ruido por encima del de un anuncio estándar.

Esta estrategia no nace de la nada. El sector ya ha vivido ARGs memorables como ilovebees en la campaña de Halo 2 o Waking Titan en torno a No Man’s Sky, además de eventos en vivo integrados en plataformas como Fortnite. La diferencia aquí es el foco en un único artefacto físico que actúa de señal y de relato, concentrando la atención en un punto exacto del mapa.

Qué sabemos y qué queda por resolver

Los hechos confirmados siguen siendo pocos pero claros. La estatua es real y está en el desierto de Mojave, cerca de Joshua Tree. Las coordenadas compartidas por Keighley eran precisas. Varios insiders han descartado que tenga relación con Diablo IV y God of War. Ningún estudio ha reclamado la autoría ni ha firmado el montaje. Con ese tablero, la resolución más probable es que la revelación tenga lugar durante The Game Awards el 11 de diciembre.

El listón del interés ya está por las nubes. La pregunta es si el anuncio final estará a la altura del ruido generado por este ritual de arena, piedra y luz roja. Si lo está, no solo se consolidará un nuevo tipo de campaña mixta para grandes anuncios, también se marcará un precedente de cómo capturar la conversación en una industria que compite a contrarreloj por cada segundo de atención. Si no, la estatua quedará como una espectacular llamada al vacío. En cualquier caso, la cuenta atrás ya ha empezado.


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