Lucasfilm Games presentó Star Wars: Fate of the Old Republic en The Game Awards 2025 con un teaser cinematográfico que apostó por el tono y la atmósfera. El avance confirmó el regreso a la era de la Antigua República y dejó claro el foco en una campaña single-player. En lugar de revisitar directamente Knights of the Old Republic, el proyecto plantea una historia independiente construida sobre decisiones con consecuencias.
Un teaser de tono oscuro y ambición narrativa
El primer vistazo abre con una nave aterrizando en un mundo azotado por la lluvia antes de introducir a un protagonista sensible a la Fuerza. La ignición de un sable láser cierra la escena y marca una ruta más oscura y personal. No hubo gameplay, pero el mensaje fue inequívoco: ambición narrativa por encima del espectáculo inmediato. Desde Lucasfilm Games lo definen como una interpretación moderna del rol clásico de Star Wars, no un ejercicio de nostalgia. Según GameStar, fue uno de los momentos más comentados de la gala.
Equipo de desarrollo y la visión creativa
El desarrollo corre a cargo de Arcanaut Studios en colaboración con Lucasfilm Games, con el veterano Casey Hudson al frente. Hudson participó en el Knights of the Old Republic original y lideró la trilogía Mass Effect, dos credenciales que disparan las expectativas en torno a la profundidad del relato y el margen de decisión del jugador. En declaraciones posteriores recogidas por The Express Tribune, el director explicó que su objetivo es ofrecer el RPG definitivo de Star Wars para el público actual.
Lucasfilm Games mantiene su estrategia de colaborar estrechamente con estudios externos sin descuidar el canon. Esa fórmula busca dar libertad creativa sin romper la coherencia del universo. En esa línea, Fate of the Old Republic aspira a expandir la cronología de la Antigua República en lugar de recontar eventos conocidos, con el jugador trazando su propio camino mediante decisiones con verdadero impacto.
Ambientación, dirección jugable y ventana de lanzamiento
Los primeros detalles apuntan a un personaje sensible a la Fuerza que navega una galaxia al borde del conflicto. Las decisiones afectarán al alineamiento, las relaciones y los desenlaces de la historia. De acuerdo con The Economic Times, el juego se centra en una experiencia single-player completa y evita el modelo live-service, una dirección que sintoniza con quienes buscan un RPG tradicional.
No hay plataformas confirmadas ni fecha de lanzamiento. PC y las consolas actuales son las candidatas más probables. Hudson ha querido rebajar la ansiedad por una espera interminable. Tal y como recoge GamesRadar, el plan es publicar el juego mucho antes de que termine la década.
Por qué este anuncio importa
Star Wars: Fate of the Old Republic supone un giro claro hacia experiencias de Star Wars centradas en la historia. La comunidad lleva años pidiendo un RPG ambicioso lejos de la saga Skywalker, y la Antigua República, combinada con un liderazgo con tablas, pinta el proyecto con un potencial evidente. Mientras Lucasfilm Games amplía su cartera, este título destaca como un regreso a las raíces roleras de la franquicia y, a la vez, como una declaración de intenciones sobre el futuro del storytelling en videojuegos.
Más allá del anuncio, el contexto juega a su favor. La época de la Antigua República es terreno fértil para explorar conflictos Jedi y Sith, un marco que Knights of the Old Republic aprovechó con maestría y que el MMO Star Wars: The Old Republic expandió con años de contenido narrativo. La implicación de Hudson conecta con la tradición de RPGs con decisiones de peso que popularizaron tanto KOTOR como Mass Effect. Y el encaje con la estrategia reciente de Lucasfilm Games, que ha dado luz verde a colaboraciones como Star Wars Jedi: Fallen Order, Star Wars Jedi: Survivor o Star Wars Outlaws, refuerza la idea de un ecosistema diverso: juegos single-player sólidos, con identidad propia y respeto por el canon, que apuestan por historias potentes sin depender de formatos live-service. Con ese bagaje y una base de fans ansiosa por volver a la Antigua República, el proyecto llega con el viento a favor.
