The Game Awards 2025 volvió a dejar claro que el show se ha convertido en un gigantesco escaparate de anuncios para la industria del videojuego. Más allá de los trofeos y las actuaciones, la gala apostó por adelantar el futuro cercano con una batería constante de tráilers y primeros vistazos. El mensaje fue nítido: los grandes lanzamientos empiezan a perfilar el calendario de 2026 en adelante.
Los grandes retornos se llevan el foco
Uno de los bombazos de la noche fue Star Wars: Fate of the Old Republic, un nuevo RPG para un solo jugador ambientado en el universo galáctico. Su tráiler, más centrado en atmósfera y tono que en gameplay, apuntó a una experiencia de corte narrativo pensada para los fans de largo recorrido. Según IGN, Lucasfilm Games lo posiciona como un pilar estratégico de su catálogo, con especial énfasis en la historia y la toma de decisiones del jugador.
También hubo tiempo para el regreso de una leyenda. Tomb Raider: Catalyst confirmó que Crystal Dynamics seguirá desarrollando la faceta moderna de Lara Croft mientras reconecta con las raíces de la marca. De acuerdo con Entertainment Weekly, el estudio prioriza desde fases tempranas la coherencia narrativa y la evolución del personaje, con una ventana de lanzamiento que se sitúa más hacia el final de la década.
Estrategia, RPG y nuevas IP
La estrategia tuvo un papel protagonista con el anuncio de Total War: Warhammer 40,000, que traslada por primera vez la fórmula de Total War al universo grimdark de ciencia ficción. El tráiler mostró batallas a gran escala y conflicto planetario, insinuando un enfoque híbrido que mezcla sistemas clásicos de la saga con mecánicas diseñadas para el marco de Warhammer 40,000. Según Windows Central, el proyecto nace para evolucionar la franquicia a largo plazo, no como un experimento pasajero.
Los aficionados al RPG también tuvieron su guiño. Larian Studios adelantó su próximo gran proyecto tras el arrollador éxito de Baldur’s Gate 3, confirmando su vuelta al universo Divinity. Aunque los detalles son escasos, la expectativa pasa por un RPG de sistemas profundos apoyado en la elección del jugador y en la narrativa emergente, una seña de identidad del estudio desde Divinity: Original Sin.
Sorpresas y variedad de géneros
Más allá de los pesos pesados, la gala dejó un buen ramillete de anuncios de calibre medio. Capcom mostró un nuevo avance de Resident Evil: Requiem, que fijó su ventana de lanzamiento para 2026 y subrayó la deriva hacia un survival horror más oscuro. Por su parte, Remedy presentó Control: Resonant, una experiencia independiente ambientada en el universo de Control que parece ampliar su narrativa y su imaginario sobrenatural. Un resumen más amplio de GamesRadar destacó cómo estos anuncios equilibraron la balanza entre superproducciones y propuestas creativas más enfocadas.
Qué dicen estas revelaciones sobre la industria
El conjunto de anuncios dibuja un sector que busca equilibrio entre lo conocido y la experimentación. Las franquicias consolidadas siguen captando la atención, pero muchos equipos apuestan por proyectos a largo recorrido en lugar de lanzamientos inmediatos. La preferencia por tráilers cinematográficos y anuncios en fases tempranas revela cómo los editores utilizan The Game Awards para fijar expectativas con años de antelación. Con 2026 en el horizonte, lo visto esta edición marcará conversaciones sobre lanzamientos, tendencias de género y el rumbo de los grandes estudios.
Contexto y claves a seguir
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Lucasfilm Games refuerza su catálogo con Star Wars: Fate of the Old Republic tras años de colaboraciones con múltiples estudios. La apuesta por decisiones del jugador invita a pensar en una experiencia que prioriza la narrativa ramificada frente al espectáculo puro, un terreno fértil para la saga si se ejecuta con pulso.
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Crystal Dynamics encara Tomb Raider: Catalyst con la misión de cuadrar el círculo entre el reboot moderno de Tomb Raider y la esencia clásica de la arqueóloga. Si el foco en la construcción de personaje se mantiene, podría sentar unas bases más coherentes para futuras entregas.
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Creative Assembly expande la marca Total War con Warhammer 40,000, un salto a la ciencia ficción que plantea desafíos de diseño importantes. Integrar combate planetario, escala masiva y armamento futurista sin traicionar el ADN estratégico de la saga será clave para su recepción.
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Larian, tras el fenómeno Baldur’s Gate 3, regresa a Divinity, la casa donde cimentó su prestigio con Divinity: Original Sin. El listón de expectativas es altísimo y cualquier avance de sistemas o UI se mirará con lupa por una comunidad que valora la profundidad y la reactividad del mundo.
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Capcom alterna remakes y entregas nuevas de Resident Evil con notable regularidad. Si Requiem mantiene el enfoque de terror crudo y diseño medido, podría consolidar la etapa reciente de la saga en 2026.
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Remedy amplía su universo compartido con Control: Resonant tras el impacto crítico de Alan Wake 2. Un standalone puede ser el formato idóneo para seguir explorando su identidad narrativa sin las ataduras de una secuela numerada.
A la vista de todo, The Game Awards reafirma su papel como escaparate preferente para anticipar hojas de ruta. Las editoras mueven ficha con adelantos que buscan conversación sostenida y los estudios toman posiciones con proyectos que, si cumplen lo prometido, definirán el ritmo de lanzamientos en los próximos años. La cuenta atrás hacia 2026 ya ha empezado.