La polémica ha estallado alrededor de Vampire: The Masquerade – Bloodlines 2: el juego llegará con cuatro clanes base y otros dos ligados a un DLC de pago, entre ellos los populares Toreador y Lasombra. La idea de reservar parte del elenco jugable tras un add-on encendió las alarmas de la comunidad, sobre todo al ver en la web oficial a Toreador etiquetado como contenido adicional de pago ver Toreador como DLC. Paradox defendió la decisión como un equilibrio entre la ambición del proyecto y la realidad del negocio, pero el mensaje chocó con las expectativas, más aún viniendo de un original que ofrecía un abanico más amplio de clanes base.
Qué ha cambiado y qué se mantiene
Tras el revuelo, el editor ha empezado a mover ficha con una medida poco habitual: reembolsos de la precompra de la Premium Edition en PlayStation Store mientras reevalúa el plan de acceso a los clanes de lanzamiento. Es un giro a mitad de campaña en toda regla y sugiere que el estudio es consciente de que el asunto no se arregla con un simple post en foros comunicado del editor y detalles de los reembolsos.
Así queda, por ahora, la foto fija anunciada por Paradox:
- Lanzamiento base: cuatro clanes jugables en el juego estándar.
- Add-on: dos clanes adicionales vía DLC, incluyendo Toreador y Lasombra.
- Reacción del editor: reembolsos mientras el equipo “prepara grandes cambios” en el despliegue.
Precios, ediciones y por qué duele que los clanes sean DLC
La matriz de ediciones es la de siempre: Standard con la campaña principal, Deluxe con cosméticos y pistas de desafíos, y Premium que agrupa el DLC de clanes con extras. El problema no es solo el precio: en Bloodlines, los clanes determinan disciplinas, palancas de diálogo y hasta el nivel de dificultad, de modo que meter parte de esa elección detrás de un add-on suena a mover la selección de “clase” a un paywall ver ediciones e inclusiones.
Para quien esté comparando ediciones, este es el desglose oficial, con un apunte sobre su impacto:
- Standard: campaña completa y cuatro clanes iniciales. Es la base jugable, pero con menos variedad para replays desde el día uno.
- Deluxe: añade packs cosméticos y contenido de desafíos desbloqueable. No afecta a sistemas nucleares, pero aporta “piel” y metas extra.
- Premium: incluye el add-on con dos clanes, además de cosméticos y bonus packs. Es la vía directa a los seis clanes en el lanzamiento, si el plan no cambia.
Lo que deberían observar los veteranos
En Bloodlines los clanes no son “sabor”; son buildcraft puro: marcan disciplinas, checks sociales y rutas de misión. Por eso la estrategia de día uno ha generado tanto ruido. Si Paradox reordena el acceso, las preguntas clave son claras: ¿podrán todos elegir entre seis clanes de inicio? ¿Habrá vías in-game para desbloquearlos sin pagar? ¿O la Premium seguirá siendo la única puerta de entrada en el lanzamiento?
Conviene tener en cuenta estos puntos mientras llega la hoja de ruta revisada:
- Impacto en builds: el clan define la curva de poder temprana y las vías de diálogo, con efectos reales en tu experiencia.
- Valor de re-jugabilidad: seis clanes abren el abanico de replays; cuatro lo estrechan durante los primeros meses.
- Estabilidad del meta: comunicación clara ahora evita respecs forzados y cambios de edición a posteriori.
Contexto, precedentes y lo que puede venir
El mundo de World of Darkness siempre ha vivido de la identidad de sus clanes. Toreador (maestros del carisma y la estética, con disciplinas como Presence y Celerity) y Lasombra (control de la oscuridad, poder político y Obtenebration en la mesa de rol) no son “clanes menores”: son pilares de la fantasía vampírica. De ahí que su ausencia del roster base se perciba como algo más que un simple pack cosmético.
Tampoco ayuda el legado del primer Bloodlines, que cimentó su culto precisamente en la libertad de construir arquetipos vampíricos muy distintos y ver cómo el mundo reaccionaba a ellos. En ese contexto, condicionar elecciones fundacionales a una edición superior se siente más agresivo que, por ejemplo, reservar misiones secundarias o skins para un pase de temporada.
En la industria hay antecedentes mixtos. Algunos ARPG y shooters han introducido clases nuevas como expansiones postlanzamiento, pero rara vez han retirado clases “core” del día uno para venderlas aparte. La comparación reciente con RPGs que traen el elenco completo desde el principio aviva las críticas. El movimiento de Paradox de ofrecer reembolsos en PlayStation es significativo: más allá del gesto comercial, indica que el diseño del paquete de lanzamiento todavía está en juego.
También pesa la historia accidentada de Vampire: The Masquerade – Bloodlines 2. Tras cambios de estudio y retrasos, el proyecto vive una segunda vida con un nuevo equipo al frente y ambiciones de modernizar el clásico sin perder su filo narrativo. En esa ecuación, cualquier decisión que afecte a la identidad jugable —como quién puedes ser desde el minuto uno— es extremadamente sensible.
¿Qué señales deberían buscar los jugadores en las próximas semanas?
- Un compromiso explícito sobre la selección inicial: si los seis clanes estarán disponibles para todos desde el lanzamiento o si habrá un camino para conseguirlos in-game.
- Claridad en el calendario: si el acceso a clanes del DLC queda retrasado, si se convierte en contenido desbloqueable o si se reestructura por completo el paquete Premium.
- Detalles de equilibrio: cómo se ajustan disciplinas y encuentros para que ninguna opción “de pago” rompa el meta o ventajas en PvE narrativo.
Hasta que Paradox publique el plan revisado y concrete cómo quedará el acceso a los clanes, lo prudente es esperar antes de fijar edición. La editora ha prometido aclarar la situación antes del pre-load, y su rectificación parcial —con reembolsos en marcha— muestra que el debate ha calado. Si Bloodlines 2 quiere recuperar la confianza, el primer mordisco tiene que ser para todos.